Hay libros que, sin pretenderlo, resultan polémicos. Probablemente, en ocasiones ello no esté en la intención del autor, y menos aún en la del editor, pero aun así resulta inevitable.
Existe, sin duda, un componente que, aunque no necesariamente, puede convertirse en la espoleta para que un libro genere polémica y es la honestidad del autor. Cuando un autor en el ejercicio de su libertad decide expresar sus ideas y sus conocimientos y estos chocan con los del stablishment, la polémica está asegurada.
Ni más ni menos, esto es lo que ha ocurrido con Hay alguien ahí. Luces y sombras de la sobredotación, de Marta Eugenia Rodríguez de la Torre. Pocas personas saben tanto en España a propósito de los superdotados y entre ellas son menos aún las que tienen una perspectiva de este colectivo como la suya, al pertenecer a él en virtud de su privilegiado cociente intelectual.
Pero Marta, precisamente por su profundo conocimiento del tema —ha publicado un buen puñado de libros dedicados al cerebro, a la sobredotación y al desarrollo de las capacidades: Trasluz bisbeante (Cyan, 1995), Qué diver es aprender, Trilogía Muffy (Ediciones del Laberinto, 2002), Babygenio, estimulación temprana de la inteligencia (Ediciones del laberinto, 2002), Stop al fracaso escolar: el cerebro al 100% (Grijalbo, 2003), El experto en sudokus (Planeta, 2005) y, más recientemente, El libro de las decisiones inteligentes (La esfera de los libros, 2007) y Todo sobre el cerebro y la mente (Planeta, 2011)— y por su valentía al tratar un tema tan complejo en el que existe tanta ignorancia y tanta desinformación, no tiene empacho en decir la verdad, una verdad que puede ser dolorosa para aquellos que no quieren oírla o que prefieren mantener el actual statu quo basado en un buenismo ignorante en vez de abrir su mente y luchar por nuevas soluciones.
Porque lo cierto es que, a día de hoy, ser superdotado en España sigue siendo, en la mayoría de los casos, una desgracia. Siempre hay excepciones, claro: chavales brillantes, que no son conflictivos para sí mismos ni para los demás y que desarrollan adecuadamente sus capacidades. Pero, lamentablemente, estos son una minoría: la triste verdad es que la sobrecapacidad de los superdotados es paradójicamente una discapacidad, y que si estas personas no son debidamente atendidas, su desarrollo se verá muy posiblemente truncado, de modo que las mejores semillas de nuestra sociedad pueden acabar marchitándose sin dar fruto. Y las estadísticas nos dicen que es muy posible que así sea.
Hay alguien ahí pretende aportar un poco de luz a esta situación. Mediante un planteamiento mitad novelado mitad ensayístico, Marta nos muestra en los diferentes capítulos la vida de un superdotado ficticio a lo largo de toda su existencia (tendemos a pensar en chavales cuando hablamos de superdotados, pero lo cierto es que estos lo son durante toda la vida), así como sus interacciones con las personas que le rodean en las diferentes etapas. Y al final de cada uno de estos capítulos, referidos a sus diferentes edades, Marta nos muestra cómo deberían ser las cosas para corregir los errores previamente descritos.
Como decíamos antes, muchas personas —entre ellas, a menudo padres y profesores— no son, o no quieren ser conscientes de que la sobredotación es de hecho una discapacidad y que así hay que tratarla. Si seguimos utilizando la doctrina del «pan para todos» con los superdotados, sin duda estos acabarán «muriéndose de hambre».
Seamos valientes, como Marta nos propone, afrontemos la situación y tomemos las medidas para sacar del sórdido agujero en el que se hallan —como decía Carl Jung— aquellos que conforman «el fruto más hermoso del árbol de la humanidad». Este libro es un hermoso principio para ello.
Os recomendamos que podéis adquirir el libro ¿Hay alguien ahí? Luces y sombras de la sobredotación sin gastos de envío en la web de Meridiano Editorial, pinchando aquí.
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